Los activos van ligados a las actividades económicas que contienen. Un alquiler de mercado, un valor razonable, un valor catastral correctamente calculado, etc. son la mejor garantia de que nada va a distraer al empresario o propietario de su principal objetivo: la rentabilidad de su actividad. Dominar las técnicas valorativas y “pisar” el mercado permiten con pocos recursos una base sólida de valoración.