Los tratos entre empresarios, autónomos, familias o personas exigen claridad y objetividad. Los técnicos podemos aportarla.
Los balances en la contabilidad, las operaciones vinculades, la compra-venta, los préstamos, cuuando se refieren a activos inmobiliarios son actividades que conviene auditar por un experto independiente que entienda al cliente.
Son igualmente frecuentes los conflictos por incumplimiento o discrepancia en la interpretación de las obligaciones pactadas en la Inversión Inmobiliaria. La debida protección de los consumidores con los bancos, con los promotores, constructores o vendedores (desde la reforma de la vivienda a la compra de una vivienda) puede verse comprometida. Los técnicos podemos justificarla.